Un riesgo cruzar la autopista inundada de la Lerma-Tenango
- Mónica Valdés
- 3 oct
- 2 Min. de lectura
Lerma, Estado de México.- La autopista Lerma-Tenango del Valle registra anegaciones de hasta 60 centímetros en el tramo de las Ciénegas del Lerma, lo que ha ocasionado que vehículos queden varados y otros pierdan placas al intentar atravesar la zona.
Automovilistas reportaron que, aun con estas condiciones, la cuota en la caseta se mantiene en 57 pesos sin descuentos ni advertencias.
La administración del tramo no asume responsabilidad por daños mecánicos, lo que ha generado inconformidad entre usuarios.
El agua acumulada ha arrastrado lodo y desechos, lo que provoca la pérdida de placas; para reponerlas, los afectados deben levantar un acta ante el Ministerio Público y cubrir derechos en el Registro Estatal de Vehículos, proceso que describen como largo y costoso.
La Comisión del Agua del Estado de México y autoridades municipales mantienen bombas y costales en el sitio para desalojar los escurrimientos, aunque los trabajos avanzan lentamente.
En comunidades como San Pedro Tultepec y Santa Catarina también se reportan viviendas con afectaciones.
Vecinos y transportistas recordaron que la autopista se inunda cada temporada de lluvias debido a que el tramo se encuentra por debajo del nivel del río.
El pronóstico de más precipitaciones para el Valle de Toluca incrementa el riesgo de que la vialidad permanezca intransitable en los próximos días.
Hasta el momento no se ha informado sobre la suspensión del cobro en la caseta ni sobre un programa emergente de apoyo a los automovilistas.
En el recorrido se percibía un olor a humedad y aguas estancadas que hacía evidente que no se trata solo de agua lluvia, sino de escurrimientos que arrastran desechos.
El agua lodosa cubría gran parte del carril y en algunos tramos resultaba imposible distinguir la orilla de la autopista. Varios automovilistas coincidieron en que avanzar en esas condiciones es prácticamente un volado.
Habitantes de la zona advirtieron que, si continúan las precipitaciones, la mezcla de lodo y drenaje puede transformarse en un problema sanitario, además de los daños mecánicos y económicos que ya enfrentan los conductores.
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