Metepec entre la delincuencia y la impunidad
- Mónica Valdés
- hace 1 día
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Metepec, Estado de México.- Metepec deambula entre la delincuencia y la impunidad. Sus habitantes viven con miedo de ser atacados, ya sea por delincuentes o policías municipales. En “el municipio más seguro del país” – según el alcalde Fernando Flores Fernández-, las extorsiones, asalto a mano armada, violencia intrafamiliar y ataques sexuales, son cosa de todos los días… Y no se denuncian.

Colonias, como La Pilita, donde se ha autoimpuesto un “toque de queda” a partir de las 22:00 horas; llamadas a una policía municipal que nunca llega, espacios públicos a merced de acosadores, asaltantes y vendedores de drogas al menudeo, conviven casi con “normalidad” entre una ciudadanía que lucha todos los días por salir adelante.
Es el otro rostro de Metepec, alejado de la “zona dorada”, del olor a lujosas fragancias y de las artesanías. Son lugares a los que nadie voltea a ver, donde los habitantes están solos para enfrentar su suerte todos los días, porque Flores Fernández prefiere viajar a otros países que atender el reclamo de sus gobernados.
Ciudadanos entrevistados por Capital Edoméx son mudos testigos de la tragedia delincuencial que enfrentan. No denuncian, porque tienen miedo de sufrir represalias, que la policía esté coludida o los extorsione, incluso, al considerar que sus casos no se investigarán ni habrá detenidos, ni alguna sanción.
En todos los municipios del Estado de México, la “cifra negra” es mayor al 92.9%. Esto es, sólo 7 de cada 100 delitos cometidos en el estado son denunciados y derivan en una carpeta de investigación, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) del INEGI.
Pero en Metepec, la cifra de impunidad por delitos no denunciados es mayor, pues entre agosto y septiembre de 2024 las denuncias por extorsión aumentaron 220%, siendo uno de los delitos con mayor “cifra negra”, por temor, desconfianza en las autoridades o miedo a represalias,
Izcalli, Las Marinas, Andrés Molina y San Andrés La Pila, lo mismo que Casa Blanca, Francisco I. Madero, Jiménez Gallardo, Jiménez Cantú, La Michoacana y San Bartolomé Tlaltelulco, están considerados como “focos rojos” por la grave inseguridad pública, según advierten.
Pero también algunas avenidas, zonas y centros comerciales ubicados en Avenida Gobernadores, Manuel J. Clouthier, Avenida Leona Vicario y 5 de Mayo, donde el cobro de “derecho de piso”, amenazas, extorsiones robos de vehículos y autopartes, son una constante que sigue en aumento.
“Metepec es el municipio más seguro, pero para que te roben”, reviran los vecinos al alcalde Fernando Flores Fernández, al tiempo que le refutan un abandono por parte de la policía municipal. Antes había más presencia policiaca y más seguridad. “Algunas patrullas están, pero igual no hacen nada, o les permiten “trabajar” a los delincuentes, o de plano son los policías los que te quitan tus cosas… Si sales con un peso en la bolsa, regresas sin calzones, la verdad”.
TESTIMONIOS
Desde muy temprano, Tomás “N” sale de su casa en San Mateo Atenco rumbo al conflictivo Metepec. Recorre todos los días unos 10 kilómetros en bicicleta para llegar a su destino, a fin de vender botanas que le dejen algo para vivir. Pero a veces le quitan todo, ya sean delincuentes o policías municipales de Metepec que lo han extorsionado varias veces.
Para Ana “N”, la seguridad está “pésima”. La falta de alumbrado facilita los asaltos. “Ya son más los maleantes que las personas que estamos trabajando”. Tiene cáncer y a su hija la golpearon hace un mes, pero la policía municipal nunca llegó. Tajante, señala que “no estamos de acuerdo con lo que dice el presidente municipal” y lo retan a que se dé una vuelta por estos lugares para que se dé cuenta de la realidad.
Tania “N” trabaja en una tienda de conveniencia. Vive con miedo, porque “un día sí y otro también”, sufre asaltos a mano armada, con detonaciones de arma de fuego e incluso lesiones, ya sea en el establecimiento donde labora o en una filial cercana donde se encuentran sus compañeros. No hay presencia policiaca, porque no se paga derecho de piso, ni tampoco a la autoridad municipal.
Aaron es un comerciante de frutas y legumbres en un puesto establecido en Izcalli. Paga sus impuestos puntualmente. Goza del respeto y aprecio de sus vecinos. Menos de los delincuentes, pero tiene miedo de denunciar. “Metepec es muy insegura, hay mucha inseguridad, no estamos bien”, espeta al advertir que la policía municipal de Metepec brilla por su ausencia.
Iraí “N” dice que la seguridad en Metepec está peor que en otros gobiernos, porque hay más asaltos y detonaciones de armas. “Siento que la seguridad está empeorando, pero la gente no quiere denunciar porque lo considera una pérdida de tiempo”.
Arturo “N” revela que en la localidad hay muchos robos, “hemos tenido que poner rejas en calles y casas”. Personalmente ha enfrentado a grupos ingiriendo bebidas embriagantes y haciendo sus necesidades fisiológicas afuera de un kínder y primaria; “la patrulla en la otra esquina, reporté al número de emergencias 911, pero la policía municipal nunca llegó”.
Zaira “N” viene a Metepec los fines de semana. Es de estos lares, pero por motivos de trabajo se tiene que ausentar. Aun así, percibe que la seguridad va de mal en peor. Se entera por las noticias de lo que pasa por acá, pero reconoce que ella y su familia tienen miedo de sufrir algún ataque.
Sara “N” advierte que Metepec se ha convertido en un foco de inseguridad desde hace 15 años. Y si bien brinda un voto de confianza al argumento de que hay más policías, dice que éstos no hacen mucho. “Por miedo no se acerca uno a la autoridad, se roban las motos, hay balazos en la madrugada, no sé si para espantarnos. Vimos hace poco que correteaban a una muchacha, hablamos al 911, pero no supimos qué pasó con ella; es una sensación de impotencia”.
Sonia “N”, asegura que sí se han visto un poco más de patrullas, “pero hay muchas cosas que suceden cuando no están dando sus rondines. Cuando se necesita, no está. Falta mucho”.
Rubén Darío “N”, dice que gracias a que las empresas de seguridad privada realizan rondines de vigilancia no se ha detonado un problema mayor, porque la policía municipal “siempre llega mucho después”. Y sostiene, al igual que sus vecinos, que “después de las 22:00 horas hay que medirles el agua a los frijoles, mejor quedarse en casa”.
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