Ley Olimpia podría replicarse en Latinoamérica, van contra violencia digital
Toluca, Estado de México.- La impulsora de la Ley Olimpia, aprobada en México en 2021, Olimpia Coral Melo, señaló que busca replicarla a otros países de América Latina para que se castigue la violencia digital, de la que dijo, las principales víctimas son las mujeres.
Al dictar una conferencia sobre Violencia Digital y Violencia Sexual Digital en la capital del Estado de México a estudiantes de secundaria y preparatoria, Coral Melo señaló que la Ley Olimpia podría replicarse en los países de Uruguay, Honduras y Guatemala. Dijo que recientemente fue aprobada en Argentina.
Recordó que en México compartir fotografías o videos de una persona con contenido sexual o erótico sin su consentimiento es un delito castigado con prisión, por lo que exhortó a quienes conozcan o sean víctimas de este ilícito a denunciar, y a quienes estén alrededor de las víctimas a apoyarlas.
Ante alumnos, padres de familia y docentes, la activista señaló que el sexting, es decir, el intercambio de imágenes sexuales consensuadas es cada vez más común, y afirmó que si bien, no se pretende satanizarlo o juzgarlo, quienes participen en esta práctica deben estar alertas para evitar ser expuestos, especialmente las mujeres y adolescentes, quienes son más vulnerables a este tipo de violencia, toda vez que afirmó, el entorno machista y patriarcal las pone en esta condición.
Refirió que, en México, 9 de 10 mujeres que practican o practicaron el sexting lo hicieron sin estar seguras, convencidas o informadas. Dijo que quien desee hacerlo debería cuestionarse si es un acto que quieren hacer por convicción o por complacer a otra persona, en el mayor de los casos las parejas sentimentales.
Asimismo, señaló que, si deciden hacerlo, deben tomar las medidas de privacidad adecuadas para evitar ser expuestas y/o exhibidas. Tanto a alumnos como a alumnas les recomendó reforzar las medidas de seguridad en sus dispositivos móviles, los ajustes de privacidad en sus redes sociales, los permisos y las contraseñas.
Destacó que, ante el miedo a ser juzgadas, criticadas, rechazadas o estigmatizadas, muchas mujeres deciden no denunciar o si lo hacen son revictimizadas o se enfrentan a procesos largos y tortuosos. “Creerles a las víctimas es el primer acto de justicia”, aseveró al recordar que cuando ella fue víctima de la difusión de un video de contenido sexual sin su consentimiento, fue doblemente violentada.
Entre los casos de violencia sexual se encuentran video grabar, fotografiar o elaborar videos reales o simulados con contenido sexual íntimo de una persona sin su consentimiento o mediante engaño, exponer, distribuir, difundir, exhibir, reproducir, transmitir, comercializar, ofertar; intercambiar y compartir imágenes, audios o videos con contenido sexual íntimo de una persona, sabiendo que no hay consentimiento por medio de correo electrónico, redes sociales o cualquier medio tecnológico.
