Por miedo a ser víctimas de inseguridad, familias mexiquenses cambian rutinas

Ante los constantes asaltos al transporte público en los municipios del valle de México, pasajeros han tomado la decisión de no usar objetos de valor, no llevar dinero de más o salir con tarjetas bancarias, como medidas de prevención, pero ni esto ha detenido a los delincuentes.

Ante el temor de ser víctima de la delincuencia, más mexiquenses decidieron cambiar sus rutinas, así lo revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Los menores de edad han sido los más afectados, pues 6 de cada 10 adultos decidieron restringirles o modificar el hábito de salir a la calle, les impidieron ir al parque y ahora los acompaña un adulto a las escuelas.

El estudio revela que la sensación de inseguridad por temor a la delincuencia y a las expectativas que tiene la población respecto a la seguridad pública, se genera por diversos elementos entre los que destacan el haber sido testigo de conductas delictivas o antisociales.

Asimismo, resalta que el temor a ser víctima de un delincuente puede modificar las rutinas cotidianas de la gente y la percepción sobre el desempeño de los policías.

Padres de familia han restringido la salida de sus hijos menores de edad a la calle para protegerlos de la delincuencia, decisión que tuvo el mayor incremento.

En la encuesta 61% de los mexiquenses aceptó que modificó sus hábitos respecto a permitir que sus hijos menores salgan a la calle. El año pasado el porcentaje había sido del 47%.

Sin embargo, la decisión de llevar consigo a la calle objetos de valor, como alhajas, dinero o tarjetas bancarias sigue ocupando el primer lugar entre los hábitos que fueron cambiados, sobre todo entre los usuarios del transporte público y los automovilistas.