Retrasos y sobrecostos marcan la construcción del Trolebús Chalco

La construcción del Trolebús Santa Martha-Chalco, un proyecto clave para mejorar la movilidad en el oriente del Estado de México, enfrenta serios retrasos y un aumento considerable en su costo. Inicialmente presupuestada en 7 mil 372 millones de pesos en 2022, la obra ya supera los 10 mil 129 millones de pesos, de acuerdo con datos del Sistema de Transporte Masivo y Teleférico del Estado de México (Sitramytem). Incluso, en febrero pasado, la Secretaría de Movilidad estatal reportó un gasto superior a los 13 mil millones.

Aunque el plan original contemplaba concluir los trabajos en 478 días, han transcurrido más de dos años desde que iniciaron las labores y el proyecto aún no está terminado. Uno de los puntos más críticos se ubica entre Iztapalapa y Los Reyes La Paz, donde todavía no se han colocado las trabes del viaducto elevado, indispensables para la circulación de las unidades articuladas. Este retraso ha agravado el tránsito en la autopista México-Puebla, causando molestias diarias a los habitantes de la región.

Entre los factores que han complicado el avance se incluyen conflictos con ejidatarios, exploraciones arqueológicas realizadas por el INAH, ajustes al proyecto ejecutivo y la escasez de personal especializado, como soldadores. Además, la fabricación de las ballenas del viaducto se ha visto afectada porque sólo una empresa se encarga de producirlas.

La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, informó que las obras presentan un avance del 85% y se espera que concluyan entre mayo y junio de 2025. Sin embargo, los constantes retrasos han generado malestar entre los vecinos de Chalco y Valle de Chalco, quienes consideran que la obra ha tardado demasiado y ha afectado su vida diaria.

“Lo que queremos es que ya acaben las obras. Pensamos que el Trolebús ayudará mucho a la región, pero sí han causado demasiadas molestias”, comentó Teresa Jiménez, vecina de Valle de Chalco. Martín Gómez, habitante de Chalco, expresó que el tráfico lo obliga a salir con hasta dos horas de anticipación para llegar a su destino.

A pesar de las complicaciones, el Trolebús promete reducir significativamente los tiempos de traslado, de dos horas a 35 minutos en una ruta directa. No obstante, los retrasos y el sobrecosto han opacado las expectativas iniciales, generando incertidumbre sobre su impacto real en la región.