Populismo: el arma que Obrador dispara contra el pueblo
Ya hace algunos años, tres para ser preciso, surgió como partido político el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a la cabeza del cual se encuentra Andrés Manuel López Obrador como fundador. Desde entonces su lema se ha basado en la mentira populista de que el problema de nuestro país, la causa de la pobreza y de todos los males que aquejan al pueblo, es la corrupción de las instituciones y del gobierno, de la “mafia del poder”.
Con base en la lucha contra la corrupción, Morena creó todo un discurso populista en el que sus principales ejes son dar dinero del gasto social a la gente, principalmente a jóvenes y a adultos mayores. ¡Promesas falsas solo para convencer!
Por cierto, lo populista es lo que simula estar por y para los intereses de las mayorías pero en los hechos ocurre lo contrario, por eso el pueblo consciente no debe dejarse engañar por esas falsa promesas. Además, como consejo para Morena: ellos se están poniendo la soga al cuello haciendo promesas imposibles de cumplir.
Hay que recordar un poco el trabajo de Andrés Manuel en la ahora llamada Ciudad de México, en donde se intentó por vez primera aplicar esas ideas, y aunque avanzaron en la entrega de recursos públicos a estudiantes y adultos mayores, porque eso nadie va a decir que es malo -aunque a los jóvenes los corrompe porque obtienen dinero sin realizar ningún esfuerzo-, jamás resolvieron el problema estructural de fondo, ni lo resolvieron ni pretenden resolverlo. Por eso no es casualidad que morena solo hable de la corrupción en el gobierno ¿y la corrupción del modelo económico, de las fábricas, de los grandes empresarios dueños del país? Esa corrupción es más grave y es el verdadero enemigo del pueblo trabajador, pero morena jamás podría enfrentar a quienes lo apadrinan.
Todos los morenistas tienen que alinearse al discurso populista de Andrés Manuel, por eso Delfina Gómez, candidata por Morena a la gubernatura del Estado de México, repite como perico las propuestas de su patrón. Delfina piensa que al utilizar el populismo y aprendiendo a llorar frente a las cámaras es suficiente para engañar a los mexiquenses.
Pero para desgracia de Delfina Gómez y de Morena, en diferentes medios de comunicación balconearon la corrupción de la candidata morenista porque se descubrió que como presidenta municipal de Texcoco desvió casi medio millón de pesos al Grupo de Acción Política, dirigido por su padrino político, el cacique de Texcoco y hoy presidente municipal, Higinio Martínez. ¿Cuándo saldrán Delfina e Higinio de las filas de morena por sus actos de corrupción así como sucedió con la ex candidata de Las Choapas, Veracruz?
El caso de corrupción más fresco, sucedido en Veracruz con Eva Cadena, que por un vídeo escándalo en el que recibía medio millón de pesos para AMLO, se vio obligada a salir de morena; pero, cuántos más están en la misma situación. Otra vez se descubren las mentiras de morena porque el discurso de la “esperanza de México” contra la corrupción únicamente es para ganar adeptos y como estrategia política. La realidad es que desde sus inicios morena ha resguardado y protegido a delincuentes, corruptos, chapulines políticos, caciques, vividores del erario, como los dos principales que ya mencione, recordemos a René Bejarano, Gustavo Ponce, Carlos Imaz, Claudia Sheinbaum, etc., etc.
La solución a la pobreza y a todos los males del país y también del Estado de México no está en morena. En Educación, la solución no está en dar becas a los estudiantes pues eso jamás solucionará el verdadero problema de nuestros jóvenes: ellos necesitan una educación de calidad, condiciones educativas de primer mundo, una educación integral que los desarrolle como individuos útiles para la sociedad; México necesita una política que piense en cómo acercar centros educativos de calidad suficiente para todos los jóvenes; pero no cualquier calcetinazo educativo como las que creó AMLO en la CDMX.
Por todo eso afirmó que quien verdaderamente esté de lado del pueblo trabajador, de los desprotegidos, siempre defenderá con la fuerza de un huracán el cambio de modelo económico en nuestro país y rechazará tajantemente el populismo. La corrupción, la inseguridad, la marginación social son simples consecuencias del actual modelo económico neoliberal que nos rige como nación en el que lo más importante es ganar la carrera por concentrar la mayor riqueza posible a costa del pueblo humilde.
Por eso, lo que verdaderamente requerimos los mexicanos es trabajar en serio por un nuevo modelo económico que genere empleos para todos y bien pagados; que los impuestos no se recarguen en los que menos tienen y una distribución equitativa del gasto social; es decir que se invierta más en donde más se necesita para beneficio del pueblo trabajador. ¡Trabajemos por un nuevo modelo económico en México! ¡ el populismo de Obrador, de Delfina y de Morena!
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