Sardinas andantes del transporte, sin regulación de capacidad
Las unidades del transporte público que transitan en rutas de la capital mexiquense y municipios aledaños, circulan sin restricción en su capacidad, pese a que resultan de peligro para los usuarios y son una causa directa de accidentes.
En las rutas urbanas del llamado transporte colectivo, las unidades llegan a cargar por viaje en “horas pico” hasta 100 pasajeros, la mayoría parados sobre el pasillo, impidiendo la visibilidad del operador y poniendo en riesgo a los usuarios en caso de un colapso o choque.
Sin embargo, el Código Administrativo del Estado de México, en su Libro Séptimo, precisa que sólo las unidades para transporte masivo de alta capacidad, (como es el caso de los autobuses en el transporte foráneo), pueden cargar por encima de 100 pasajeros.
Las unidades urbanas están consideradas como transporte colectivo para servicio general porque son de menor capacidad.
De acuerdo con operadores sondeados, las unidades de mayor tamaño, tal es el caso de líneas como Intermetropolitano, Tollocan, Flecha Blanca y Temoayenses, llegan a subir entre 80 y 100 pasajeros.
Según la medición hecha en estas unidades, los camiones a rutas como a la zona norte de Toluca, Xonacatlán, Bulevar Aeropuerto, Almoloya de Juárez y Zinacantepec, cuantifican en promedio entre 30 a 40 usuarios parados y un promedio de 45 sentados.
“En promedio, se llevan unas 45 a 50 personas sentadas, que es la capacidad que tienen los camiones y parados unos 20 a 25 pero hay compañeros que abusan y suben hasta 40 personas”, mencionó uno de los choferes consultados en la ruta Terminal-Santiago Tianguistenco.