Aumenta el número de inmigrantes en Estado de México
Los migrantes colombianos, hondureños, salvadoreños y de muchas otras regiones de Sudamérica, se están extendiendo a varios municipios del Valle de México a pedir limosna a los automovilistas y en algunos casos son recluidos por la delincuencia organizada a formar parte de sus filas, por lo que es necesario que las autoridades estatales y federales tengan un control.
Otros se quedan en el Estado de México y viven de la mendicidad.
Asociaciones de Colonos del Valle de México, encabezada por Antonio Francisco Gómez Yunta, pidió a las autoridades del gobierno del Estado de México y Federal, que se aproveche la infraestructura que se tiene en el municipio de Huehuetoca, como la Casa del Inmigrante, donde se concentren y no les permita que se vayan a pedir limosna a las vialidades, hasta que se defina su situación en el país.
Dijo que a esta gente ya se les puede ver en Satélite, por circuito Escultores; en Viveros de la Loma por Tlalnepantla, en la Gustavo Baz, en la López Portillo, a la altura de Coacalco y Tultitlán; en el Periférico a la altura de Tultitlán y Cuautitlán Izcalli, entre muchos otros municipios del Valle de México.
Gómez Yunta destacó que muchos de los inmigrantes se quedan en el Estado de México a vivir de la mendicidad. Lo malo, es que algunos son recluidos por las bandas delictivas y son utilizados como carne de cañón para cometer delitos, sobre todo los colombianos, a tal grado que muchos se dedican a delinquir por las diferentes zonas.
Comentó que el control se puede dar sin hablar de un confinamiento, cuando menos se les preste la atención para que se resuelva su situación migratoria, pues algunos ya no se van a los Estados Unidos y ya encontraron una forma de vida en base a la mendicidad.