Aumentan medidas de seguridad en la Lerma-La Marquesa

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) desde hace dos semanas trabaja en reforzar la seguridad vial de la nueva autopista Lerma-La Marquesa, como medidas preventivas por los últimos accidentes con la construcción de una valla de concreto, a la par de la rampa de frenado, sin embargo la brecha de carretera libre de la México-Toluca, donde ahora pasan los camiones de carga, está en abandono.
No hay medidas y son más de 15 locales de comida y dos comunidades las aledañas al tramo.
Desde el inicio de la autopista, donde se instaló también el operativo permanente de la Policía Federal con dirección a Toluca, se pusieron dos anuncios viales en los que se puede leer la indicación, que el tramo está cerrado a camiones de carga.
Mientras que a la altura del monumento de Las Alas, el acceso menor a la autopista fue bloqueado con vallas de plástico para impedir el paso a todo vehículo.
Todas esas medidas para evitar que se filtre algún tráiler que provoque otro accidente como el del pasado 27 de mayo.
En contraste, el tramo libre está sin señalización, ni operativos, pese a que ahí están comunidades como La Joya y San Juan Coapanaya, así como los comercios de la Marquesa.
Margarita es locataria de la Marquesa, y su negocio se ubica a pie de carretera, donde hasta hace algunos años era el lugar ideal para el turismo y que dejaba ganancias.
Ahora el tramo con dirección a Toluca, luce solo, sin clientes, el temor es el único que llega a acompañar a los comerciantes.
“De que tenemos miedo, todo el tiempo estamos así, nada más pensando que se venga un camión como ya ha pasado, que las llantas llegan rodando hasta aquí frente a los puestos”, externó Margarita, sin dejar de ondear sus banderas verdes para llamar la atención de los clientes, que llegan a cuentagotas.
Los locatarios revelan que tampoco se han organizado para solicitar mayores medidas viales a las autoridades.
-¿Han pedido ayuda al gobierno?
-No, la verdad no, pero si estamos en riesgo, ya desde hace años con los puentes que hicieron los camiones se venían a topar hasta aquí.
Al salir de la Marquesa y donde comienza el tramo de autopista, es el de mayor peligro para los locatarios, pues se ubica un puente a desnivel del que bajan todos los camiones de carga a altas velocidades.
Unos kilómetros adelante, donde se ubican las casetas, el problema es similar, allí están las comunidades de La Joya y San Juan, donde incluso los pobladores colocaron mantas para demostrar su descontento por la obra de la rampa.
A un costado de las costosas casetas a las que sólo algunos acceden, están estas dos comunidades, y sus habitantes aseguran tienen bien marcado en la memoria los últimos accidentes.
-¡Válgame Dios! ¡Que ya se fue otro tráiler contra la caseta! –recuerda Esther de las expresiones de asombro y del alboroto que se dejó ventilar en el pueblo el pasado 27 de mayo en el accidente del camión volteo que mató a seis personas.
Su temor luego de dos semanas, es el mismo y aún más, pues les notificaron que entre los planes de la SCT está ampliar el carril de la carretera libre para poder construir la rampa. Eso a su parecer aumentaría el peligro para los que allí habitan.
-Vea esas cruces que están formadas, todas de muertitos a causas de accidentes aquí, -Vuelve a decir la mujer y señala con su dedo índice la fila de cruces plantadas en el acotamiento.
Sin entender mucho de obras, ni de los costos de la nueva autopista, que cuesta 49 pesos para vehículos chicos y 200 para los de carga (que ahora es pérdida) los vecinos y comerciantes de la México-Toluca, revelan que lo único que saben a bien, es que el peligro aumentó deben vivir con el miedo como su inquilino.