Deforestación en el sur del Estado de México: incendios y plagas intencionadas para sembrar aguacate
- Mónica Valdés
- 8 may
- 2 Min. de lectura
Toluca, Estado de Méxco.- La zona boscosa de varios municipios del sur del Estado de México está siendo devastada no solo por incendios forestales provocados, sino también por plagas introducidas de forma intencionada. El objetivo: lograr el cambio de uso de suelo y preparar el terreno para la siembra de aguacate.

Desde hace aproximadamente cinco años, municipios como Temascaltepec, San Simón de Guerrero, Valle de Bravo, Donato Guerra y Tejupilco, entre otros, han sido escenario de incendios constantes, algunos de gran magnitud, que han dejado daños severos en su ecosistema forestal.
‘En esta zona del Estado hay mucha corrupción, incluso en el manejo de plagas que atacan a los árboles. Con ese pretexto marcan ejemplares sanos para derribarlos y así limpiar de bosque las tierras’, denunció el activista ambiental Indalecio Benítez.
El objetivo final, señaló, es despojar los cerros de su cobertura forestal para transformarlos en tierras destinadas a la agricultura. ‘Las plagas también les convienen, porque matan a los árboles y, una vez muertos, se incendian con facilidad, convirtiéndose en combustible’, añadió.
Según el defensor del medio ambiente, una vez que se visualiza una zona con potencial agrícola, especialmente para el cultivo de aguacate, se provocan incendios para que el bosque sea consumido por el fuego.
‘Qué casualidad que los grandes incendios forestales de los últimos años han ocurrido en Temascaltepec, San Simón de Guerrero, Valle de Bravo, Donato Guerra y hasta Tejupilco’, enfatizó.
Benítez sostuvo que muchos de estos incendios son deliberados, pues los árboles representan un obstáculo para el desarrollo de cultivos comerciales como el aguacate o el durazno.
Durante un recorrido por las zonas afectadas, se constató que muchas áreas presentan mortandad significativa de árboles. En la comunidad de Tenería, en Tejupilco, un habitante comentó:
‘Este incendio ocurrió hace poco y devastó gran parte del arbolado adulto. Desde la carretera se ve como un cementerio de árboles, es una imagen muy desoladora’.
Escenarios similares pueden observarse en Temascaltepec y San Simón de Guerrero, donde incluso desde la carretera Toluca–Ciudad Altamirano se distinguen árboles calcinados y zonas completamente destruidas.
En estos municipios, además del aguacate, también se cultiva durazno y otras frutas. La rentabilidad de estos productos ha incentivado el cambio de uso de suelo.
‘Aquí, aunque digan que pagan por cuidar el bosque, les resulta más rentable convertir esas tierras en agrícolas y cultivar aguacate, que deja muchas más ganancias’, concluyó el activista.
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